Desolación es el texto inaugural de la producción literaria de Gabriela Mistral. Su primera edición apareció en Nueva York (Estados Unidos) el año 1922 y contó con el decidido apoyo de amigos y admiradores de la poetisa, liderados por el crítico literario español Federico de Onís. Gabriela Mistral dedicó esta edición a Juana de Aguirre y a Pedro Aguirre Cerda, este último, figura esencial en la trayectoria de la escritora. En 1923 y bajo el alero de Editorial Nascimento, Desolación fue publicado en Chile.
La belleza y originalidad de la poesía de Desolación fue mérito suficiente para que la hasta ese momento desconocida y joven poeta chilena, fuera tempranamente reconocida a nivel internacional. A partir de Desolación, Gabriela Mistral emergió como una de las más promisorias escritoras latinoamericanas de la primera mitad del siglo XX.