Dos novelas que conforman la historia de amor entre un hermano y una hermana, atormentados por el legado de unos padres que participaron en el proyecto Manhattan. El pasajero sigue los pasos de Bobby Western, un buzo de salvamento desolado por la pérdida, temeroso de las profundidades acuáticas y perseguido por una conspiración que va más allá de su comprensión. Stella Maris sirve de coda perfecta a El pasajero: gracias a las transcripciones de las sesiones psiquiátricas de Alicia Western, asistimos al retrato de una joven matemática que intenta comprender su realidad. McCarthy nos habla sobre la moralidad, la ciencia, y acerca de la locura que se aloja en la conciencia humana, a la vez que cuestiona nuestras nociones de Dios, la verdad y la existencia.