Este segundo tomo de la Historia Militar de Chile del siglo XX, “Vientos de rebelión” comprende lo sucedido en el país durante cuarenta años en el campo castrense. Relata lo ocurrido con las Fuerzas Armadas en cuanto a su desarrollo y cambios institucionales, su participación en las crisis vecinales y la intromisión de la política en lo militar y la de los militares en la política.
El período se inicia en 1931, con la caída del presidente Carlos Ibáñez del Campo, y culmina el año 1970, con la elección de Salvador Allende Gossens. Cuarenta años donde las Fuerzas Armadas tuvieron un gran protagonismo.
Las Fuerzas Armadas tuvieron cambios considerables en cuanto a organización, financiamiento y equipamiento. La llegada de gran cantidad de armamento y equipo de segunda mano a través del Pacto de Ayuda Militar con EE.UU. estimuló los cambios.
En cuanto al financiamiento de las Fuerzas Armadas hubo cambios importantes, siendo las iniciativas como la Ley de los Cruceros de 1938 y la Ley del Cobre de 1958 las más relevantes con las cuales se avanzó en cuanto a comprometer adquisiciones con una visión estratégica de largo plazo.
Quedó demostrado durante el desarrollo de conflictos vecinales de corta duración el precario estado de las fuerzas para enfrentarlas. Con Argentina las más importantes fueron los incidentes del Islote Snipe, la lancha Quidora en el sector del Beagle y Laguna del Desierto. Con Bolivia la más relevante fue la cuestión del río Lauca. Hubo alistamiento y desplazamientos de fuerzas de las tres instituciones para enfrentar las amenazas.
Al inicio de este período la renuncia del general Ibáñez generó un vacío de poder que se intentó llenar con una seguidilla de aventuras militares que terminaron en fracaso e hizo aumentar la odiosidad del mundo civil hacia el militar. Jóvenes oficiales fueron protagonistas y la disciplina castrense quedó en entredicho. La sublevación de la Armada fue un suceso gravísimo el que se había ido gestando, poco a poco, con evidencia de infiltración política en sus filas, revelando problemas internos de la institución que tardarían en resolverse. Más tarde la sublevación de la Fuerza Aérea mostró las rivalidades entre las instituciones armadas las que fueron recurrentes en el período.
El entorno regional fue mostrando que Chile, pese a las turbulencias políticas, mantuvo su tradición democrática. Sin embargo, se fueron generando vientos de rebelión en el país, que se transformarían en una tormenta política a partir de 1970.