Ser madre nunca ha sido fácil, y menos para una mujer infértil, esta historia cuenta cómo Ana, tras casi ocho años de lucha contra la infertilidad, logra embarazarse, no; por relajarse, por irse de viaje, por dejar de pensar en eso, por hacer yoga, por abrirse los chakras, por hacer acupuntura, por visitar brujas, por leer un libro que prometía la cura para la infertilidad, por hacer una manda, por decretarlo...
Se embarazó gracias a no rendirse, a que sus ganas vencieron el miedo a cada uno de sus fracasos, al incondicional soporte de su marido, a la ciencia, a un tremendo equipo clínico compuesto por expertas y compasivas personas, a una generosa mujer, a un generoso hombre y a la magia del útero, que cultiva, cuida y alimenta.
