La novela "La Violinista", escrita por Harriet Constable, nos transporta a la majestuosa y compleja Venecia del siglo XVIII, un escenario donde el esplendor y la miseria conviven de manera inquietante. En este contexto, las niñas huérfanas son dejadas diariamente en el Ospedale della Pietà a través de un pequeño agujero en la pared, un refugio tanto físico como emocional para aquellas que han perdido todo.
La protagonista de esta historia es Anna Maria della Pietà, una niña de tan solo ocho años, pero con una determinación y talento que la hacen sobresalir entre las trescientas otras niñas que residen en el orfanato. Anna Maria está decidida a convertirse en la mejor violinista y compositora de Venecia. Su mundo está lleno de color y sonido, y parece que no hay obstáculo que pueda interponerse en su camino hacia el éxito.
La llegada del famoso maestro Vivaldi a su vida marca un punto de inflexión. Al convertirse en su alumna predilecta, Anna Maria ve en esta oportunidad su única salida de la orfandad y la pobreza. Sin embargo, a medida que su fama crece, amenazando incluso con superar a su propio mentor, el sueño que construyó con tanto esmero se ve en peligro. Las luchas internas y las presiones externas se convierten en un obstáculo en su viaje.
"La Violinista" es más que una simple historia de música y talento. Es un relato sobre la ambición de una mujer en una época en la que el destino de muchas estaba predeterminado por nacimiento. La novela explora temas universales como la perseverancia, el deseo de reconocimiento y los sacrificios personales que se deben hacer en el camino hacia el éxito. Con un trasfondo histórico rico y detallado, los lectores son llevados desde los opulentos palacios venecianos hasta sus estrechos y serpenteantes callejones, en un viaje que es tanto sobre el espíritu humano como sobre la música.
Harriet Constable logra capturar la esencia de esta era, mientras relata la historia de una mujer que luchó por su lugar en el mundo, en una sociedad que muchas veces prefería dejar atrás a los soñadores, especialmente si se trataba de mujeres valientes y decididas. A través de Anna Maria, Constable nos invita a reflexionar sobre quiénes somos, a quiénes decidimos recordar y a quiénes dejamos atrás en nuestro propio camino hacia la realización de nuestros sueños.