En su genial novela, el escritor francés relata la existencia gris y atormentada de Emma Rouault, una mujer soñadora e insatisfecha que, para escapar al tejido de la vida matrimonial y provinciana, se entrega primero a un aristócrata libertino y después a un pasante de notario. La mediocre heroína, plagada de contradicciones y obnubilada por la lectura de novelas romanticoides, no se resigna al papel de esposa y madre que el destino le ha preparado y, en su búsqueda de la felicidad, se deja llevar por la pasión y el autoengaño hasta que acaba convertida en una figura trágica.