Las vidas de las hermanas Von Riesen no podrían ser más dispares. La existencia de Elfrieda parece perfecta: es una pianista de renombre internacional, una mujer glamurosa y felizmente casada. La de Yolandi, en cambio, es un verdadero desastre: en pleno divorcio, a duras penas logra llegar a fin de mes y siente que sus hijos adolescentes crecen demasiado deprisa. Y sin embargo Elf no quiere seguir viviendo, mientras que Yoli daría lo que fuera por mantener a su hermana mayor con vida. Sentada junto a la cama de Elf en el hospital tras su último intento de suicidio, y mientras lidia con sus propias pequeñas desgracias, Yoli se pregunta cómo transmitirle a su hermana la fuerza necesaria para seguir adelante, cómo resistir ella misma con el corazón hecho pedazos y, en definitiva, cómo ayudar a alguien que desea morir.