Los años que encuadran este registro fotográfico de Infante, situado en Cartagena, son años duros en Chile. La movilización social que expresaba el hartazgo y la resistencia a tanto y diverso dolor causado e impuesto por la dictadura llegaba en esos años a un punto que no se había visto hasta entonces. Sin embargo, uno de los balnearios populares del litoral central en verano, trazaba un paréntesis en el paisaje. Cientos de familias populares salían por el día, o por la semana, a tomar un respiro y sentir que otra vida era posible.
“La playa”, epicentro de los mejores recuerdos para tantas familias. Viajan a la playa los vecinos que arriendan buses piratas y camiones donde ponen colchones para hacer el trayecto, y cargan lo necesario para levantar luego sus improvisadas carpas. “La playa se despliega replicando a la población y sus sentidos de convivencia: la abuela cocinando, los adultos en el letargo luego del asado y el melón con vino, los niños con sus baldes plásticos y sus figuras en la arena, y los jóvenes luciendo sus delgados cuerpos, desafiando las olas del mar.
Las fotografías de Leonardo Infante cuentan y se inspiran en estas historias de un día en la playa chilena de Cartagena.
