Si bien educar ha sido siempre un desafío, en nuestros días pareciera ser aún más complejo. Esto es lo que se ha denominado “emergencia educativa”. Ante tal situación, se requiere de docentes que sean capaces de orientar a sus estudiantes hacia una vida que valga la pena ser vivida. Este libro se nos presenta como una gran oportunidad para volver a reflexionar sobre la verdadera naturaleza de la acción del docente, su relación con la actividad educativa, así como los desafíos y las dificultades que enfrenta en el contexto de la realidad actual.
