Emily vive en Nueva York y trabaja como a analista de marca empleadora en recursos humanos, pero no lleva la vida de ensueño que pintan en las películas. Por traumas del pasado tiene un vacío emocional que le impide dejar que las personas entren a su vida, hasta que conoce a Nicolás de Santis, el nuevo y guapísimo director de finanzas de su empresa. Aunque ella quiere negarlo con todas sus fuerzas, es imposible ignorar la atracción que siente hacia él y él hacia a ella. Con una evidente tensión sexual que aparece cada vez que los protagonistas están en la misma habitación, esta novela nos presenta un romance en la que la protagonista reniega de todos los clichés del amor romántico, pero en su interior solo desea que Nicolás la posea.