Un joven biógrafo inglés prepara un libro sobre el difunto escritor sudafricano John Coetzee. Sus investigaciones se centran en el Coetzee treintañero, en una época en la que el escritor compartía una destartalada casa en Ciudad del Cabo con su padre viudo y en la que, en opinión del joven biógrafo, comenzaba a encontrarse a sí mismo como escritor. Sin haberlo conocido personalmente, el biógrafo se embarca en una serie de entrevistas con personas que fueron importantes en su vida: una mujer casada con la que tuvo una aventura amorosa, su prima Margot y una bailarina brasileña, madre de una de sus alumnas de inglés. De sus testimonios emerge el retrato de un joven Coetzee algo torpe, rodeado de libros, con poca facilidad para abrirse a los demás y entregado a su imperiosa necesidad de escribir.