Un relato arrollador sobre la encrucijada del punk, el emo y el hardcore durante el estallido comercial de principios de los noventa y la primera década de los dos mil, centrado en once bandas que se «vendieron» y alcanzaron la fama entre el gran público… o sucumbieron a la presión
A principios de los noventa, el punk rock se encontraba en un dilema. Después de que Nirvana, el grupo predilecto de la escena independiente, se convirtiera en un fenómeno de masas gracias al inesperado bombazo que fue Nevermind, rebelarse se puso de repente de moda. Con la intención de replicar el éxito del trío, los cazatalentos de las grandes discográficas dirigieron su atención hacia el underground y comenzaron a hacer la corte a las estrellas emergentes del punk. Pero el movimiento punk «hazlo tú mismo», que se vanagloriaba de su autenticidad y su espíritu antisistema, no estaba dispuesto a dejar marchar a los suyos sin oponer resistencia, y en consecuencia se produjo una clara división: a un lado quedaron los que se aferraron a su credibilidad indie con actitud desafiante, y al otro, los que aceptaron el dinero de las multinacionales.
GREEN DAY — DOOKIE
JAWBREAKER — DEAR YOU
JIMMY EAT WORLD — STATIC PREVAILS
BLINK-182 — DUDE RANCH
AT THE DRIVE-IN — RELATIONSHIP OF COMMAND
THE DONNAS — SPEND THE NIGHT
THURSDAY — WAR ALL THE TIME
THE DISTILLERS — CORAL FANG
MY CHEMICAL ROMANCE — THREE CHEERS FOR SWEET REVENGE
RISE AGAINST — SIREN SONG OF THE COUNTER CULTURE
AGAINST ME! — NEW WAVE